Wednesday, April 21, 2010

EL INFIERNO Y LA GRACIA DE DIOS

Una de las verdades esenciales que debe ser entendido por todos los creyentes de la gracia es el infierno.

El infierno es el lugar del castigo para todos los que sufran el justo juicio de Dios sin perdón de sus pecados. La gracia de Dios es el favor inmerecido y gratis hacia algunos, librándolos de Su ira en el infierno por medio de Jesucristo, quien es una propiciación para ellos.

Sin el infierno, la gracia no sería asombrosa, ni siquiera sería necesaria. Pero la gracia es necesaria, porque el infierno es real.

Jesús dijo a sus discipulos:

"Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28).

Y también san Pedro escribió esto sobre el juicio:

"Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío..." (2 Pedro 2:4-10).

Pero con respecto a los que han arrepentido y han creído en Cristo, San Pablo dice:

"Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)..." (Efesios 2:3-5).

La gracia de Dios es asombrosa, porque la justicia de Dios es terrible. Para todos los que han arrepentido verdaderamente y han confiado completamente en el misericordia de Dios en Cristo Jesús, el juicio y la ira que ellos han merecido ya ha estado puesto en el Señor en la cruz.

Leemos en la carta a los hebreos como el juicio y la salvación mediante Cristo están vinculado:

"De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (Hebreos 9:26-28).

Considerando estas cosas, que nuestra alabanza a Dios sea con un temor sano (con mucha reverencia), con alegría y agradecimiento también. ¡Y que todos los santos que Le temen, continuamente alaben al Señor por Su gran amor y por Su gracia en salvación eterna!
Amén.

¿Quisiera leer esto en inglés? Haga click aquí.

2 comments:

Anonymous said...

Esta tratando de convencer a alguien que si hay un infierno? Y quien cree que no hay?

Penn Tomassetti said...

Hola Anonymous,

Gracias por tu comentario.

No estaba tratando de convencer a nadie que si hay un infierno, sino que es muy importante comprender la realidad del infierno para entender cuan grande es la gracia de Dios para con nosotros si confiamos en Jesucristo. Que Cristo llevó nuestro pecado y castigo en si mismo, y que Dios nos perdona y salva de la condenación que merecimos... es una cosa muy asombrosa.